martes, 4 de noviembre de 2014

Al parecer, nada más emocionante en estos últimos tiempos, que estas aventuras que se gestan a través de la web, llamadas por los especialistas “amantes virtuales”,  es como una tendencia, que han tomado las personas infieles, que llegan a crear un nexo afectivo, gracias a las continuas y contantes conversaciones, que van más allá de lo que cualquiera pueda imaginarse, una relación muy especial, donde estos llegan a establecer hasta horarios para sus encuentros cibernéticos.  Estas personas con el tiempo y gracias a sus frecuentes contactos, llegan a extrañarse, tal cual, como si fuera la vida real, estas relaciones empiezan con flirteos, coqueteos atrevidos y descarados, intercambio de ideas y deseos, que posteriormente llegan a la atracción mutua.

Estas relaciones de amantes, tienden a tomar tintes muy picantes, donde las parejas se atreven a confiar a la tercera persona, cosas que jamás se atreverían a decir a su pareja, tanto que crean la necesidad de estar en continua comunicación, sin importar los riesgos que esto implica en su relación, esta picardía y adrenalina que enciende a los amantes, es un fenómeno, que se debe generalmente a algún tipo de insatisfacción  o carencia en su relación, y estas personas en vez de afrontarlo, prefieren optar por otras alternativas, caminos muy riesgosos, como;  experimentar nuevas emociones, que despierten interés y motivación en ellos, así se trate de algo virtual, igual genera un sinfín de emociones en ellos, que creen, que este tipo de relación, es más segura y levanta menos sospechas.


Ser amantes virtuales, es por igual una infidelidad, por lo cual amerita de los mismo cuidados y riesgos que una real, las personas que deciden incursionar, en este mundo deben ser muy cautelosos, cuidar cada detalle, sus actitudes, su comportamiento con el otro,  no se debe pensar que por no llegar a consumar la relación de amantes, no causara los mismo estragos, ya que virtual o no, las infidelidades, tienen los mismos efectos nocivos en la pareja, las emociones, como; el dolor, la rabia, la decepción por el engaño y la traición es la misma, y no hay ninguna seguridad que al ser descubiertos, en lo que muchos ven, solo como un juego erótico indefenso, sea perdonado por su pareja real. La mayoría de las veces, estas personas usan el computador personal para hacer este tipo de actos, deben tener la precaución de no dejar ningún rastro de conversaciones, comentarios, mucho menos fotos o vídeos subidos de tono, aunque las páginas web ofrecen cierto tipo de seguridad, no estarán nunca del todo blindadas, mucho menos cuando la pareja sospecha del otro.

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