La sensualidad, la sexualidad, el deseo y la
pasión que lo que por tantos años ha reinado nuestro mundo, bajo sistemas de
moralidad y normas sociales, podemos disfrutar en pleno confort. El deseo y
atracción sexual entre personas de sexos opuestos o del mismo sexo, ya no es un
secreto para nadie, pues todos nos sentimos en la plena libertad de tener
sensaciones sobre todo dentro de una relación.
Ningún hombre puede resistirse ante el cuerpo
sensual de una mujer, es por esta razón, que el porcentaje de personas que
acuden a un gimnasio ha aumentado muchísimo en los últimos tiempos, haciendo de
este servicio un estilo de vida. Cuando estamos frente a un cuerpo sexy y
sensual, lo primero que pensamos es en tocar cada centímetro sin excepción, con
dedicación y pasión.
Al momento de estar en la intimidad es importante
en la pareja recorrer y explorar cada parte del cuerpo para así enaltecer el
ego y aumentar la excitación que se experimenta en ese momento. Los muslos, el
abdomen, el cuello, el pecho y los glúteos son las zonas de mayor sensibilidad
y más sensuales en cada persona sobre todo cuando ese cuerpo que exploramos es
atlético y saludable.
Cuando se trata de hombres, un cuerpo sensual debe estar acompañando de
la fuerza característica de los hombres que a las mujeres tanto les gusta; los
músculos de los brazos y pectorales se les hacen muy irresistibles en el
momento de la intimidad.
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